La ficción coproducida por Channel 4 y AMC sigue fascinándonos a pesar de las pocas respuestas que nos ofrece. Si no has visto este tercer episodio ten cuidado porque en este post lo vamos a comentar con 'spoilers'.
Si los dos primeros capítulos de la serie no convencieron a los espectadores no hay duda de que el tercero lo ha conseguido, sobre todo, por las incógnitas que van creciendo a medida que vamos conociendo la verdadera naturaleza de este grupo de synths, irónicamente.
El capítulo anterior acabó con Laura (Katherine Parkinson) llevando a Anita/Mia (Gemma Chan) de vuelta al lugar donde fue adquirida y en este capítulo somos testigos de las consecuencias de esa acción; tales como la desesperada carrera del superhormonal Toby (Theo Stevenson) para impedir que su madre aleje a Anita de él desembocando en un casi atropellamiento del chaval que acaba parando la propia Anita. Por unos motivos o por otros todos los Hawkin, excepto tal vez Sophie (Pixie Davies), están confundidos con su nuevo synth y es que es evidente que no es como los demás. Laura, consciente de que puede estar sobreactuando, decide darle una segunda oportunidad al robot doméstico aunque no deshecha completamente sus sospechas al igual que su hija Mattie (Lucy Carless). Por segunda vez en un mismo capítulo Anita es puesta a prueba pero esta vez la investigación es interna y lo que descubre la hija mayor de los Hawkin no es solo aún más intrigante sino que hace que Leo (Colin Morgan) y Max (Ivanno Jeremiah) localicen a su "hermana" lo cual nos deja una gran perspectiva de cara al capítulo siguiente.
La trama más emotiva y que de momento no tiene demasiada relación con la central es la de Odi (Will Tudor) y George (William Hurt). Destacando la interpretación de Will Tudor como synth defectuoso es inevitable que a todos se nos haya partido un poco el corazón al ver a George abandonar al robot que trata como un hijo en el bosque para evitar su "reciclaje". Queda saber de qué manera se conectará Odi con los cinco synths hermanos, ya que éste no parece tener las evolucionadas características de los demás. ¿Puede George haber tenido algo que ver en la creación de estos robots especiales? ¿Era Odi uno de ellos antes de empezar a fallar?
Otra synth que está absolutamente fuera de control, aunque por diferentes motivos, es Niska (Emily Berrignton) que está volcando toda la ira acumulada durante su tiempo en el burdel hacia todos los hombres en general. En vez de aunar fuerzas con sus hermanos para localizar a Mia/Anita y Fred (Sope Dirisu) ella prefiere seguir disfrutando de su independencia para su disfrute y venganza personal. Habrá que mantenerse al tanto de los próximos planes de la chica, a la que si nadie para acabará convirtiéndose en una auténtica máquina de matar ya que parece que es el miembro de la familia de robots especiales con los niveles de agresividad más elevados y con una capacidad de amar algo menor. ¿Se podrán estas características cambiar tan fácilmente como cambiamos el brillo de la pantalla en los móviles? ¿Será la forma de ser real de la chica?
Tan solo llevamos tres capítulos de esta excelente adaptación de la sueca 'Äkta Människor' y el ritmo no decae ni un solo minuto, a pesar de que la narración no avanza demasiado es hipnotizante ver cómo se comportan estos synths e intentar entender por qué hacen lo que hacen; por qué Mia ha dejado su papel de Anita durante un segundo para pedir ayuda, por qué Niska no tiene compasión, por qué Leo parece más humano que el resto. Todas estas incógnitas son las que nos mantienen enganchados a esta novedosa ficción que recuerda a muchas cosas que hemos visto antes pero que no llega a ser como ninguna de ellas sino un nuevo producto ideal para engancharse en esta época del año. ¿Qué os está pareciendo a vosotros esta propuesta? ¿Cuál creéis que es ese pasado que comparten los cinco synths evolucionados y qué le pasó a su padre? Ahora os toca opinar a vosotros sobre esta serie y teorizar sobre las posibles verdades escondidas detrás de estos synths.
Esther Sánchez, @kesare
Si los dos primeros capítulos de la serie no convencieron a los espectadores no hay duda de que el tercero lo ha conseguido, sobre todo, por las incógnitas que van creciendo a medida que vamos conociendo la verdadera naturaleza de este grupo de synths, irónicamente.
El capítulo anterior acabó con Laura (Katherine Parkinson) llevando a Anita/Mia (Gemma Chan) de vuelta al lugar donde fue adquirida y en este capítulo somos testigos de las consecuencias de esa acción; tales como la desesperada carrera del superhormonal Toby (Theo Stevenson) para impedir que su madre aleje a Anita de él desembocando en un casi atropellamiento del chaval que acaba parando la propia Anita. Por unos motivos o por otros todos los Hawkin, excepto tal vez Sophie (Pixie Davies), están confundidos con su nuevo synth y es que es evidente que no es como los demás. Laura, consciente de que puede estar sobreactuando, decide darle una segunda oportunidad al robot doméstico aunque no deshecha completamente sus sospechas al igual que su hija Mattie (Lucy Carless). Por segunda vez en un mismo capítulo Anita es puesta a prueba pero esta vez la investigación es interna y lo que descubre la hija mayor de los Hawkin no es solo aún más intrigante sino que hace que Leo (Colin Morgan) y Max (Ivanno Jeremiah) localicen a su "hermana" lo cual nos deja una gran perspectiva de cara al capítulo siguiente.
La trama más emotiva y que de momento no tiene demasiada relación con la central es la de Odi (Will Tudor) y George (William Hurt). Destacando la interpretación de Will Tudor como synth defectuoso es inevitable que a todos se nos haya partido un poco el corazón al ver a George abandonar al robot que trata como un hijo en el bosque para evitar su "reciclaje". Queda saber de qué manera se conectará Odi con los cinco synths hermanos, ya que éste no parece tener las evolucionadas características de los demás. ¿Puede George haber tenido algo que ver en la creación de estos robots especiales? ¿Era Odi uno de ellos antes de empezar a fallar?
Otra synth que está absolutamente fuera de control, aunque por diferentes motivos, es Niska (Emily Berrignton) que está volcando toda la ira acumulada durante su tiempo en el burdel hacia todos los hombres en general. En vez de aunar fuerzas con sus hermanos para localizar a Mia/Anita y Fred (Sope Dirisu) ella prefiere seguir disfrutando de su independencia para su disfrute y venganza personal. Habrá que mantenerse al tanto de los próximos planes de la chica, a la que si nadie para acabará convirtiéndose en una auténtica máquina de matar ya que parece que es el miembro de la familia de robots especiales con los niveles de agresividad más elevados y con una capacidad de amar algo menor. ¿Se podrán estas características cambiar tan fácilmente como cambiamos el brillo de la pantalla en los móviles? ¿Será la forma de ser real de la chica?
Tan solo llevamos tres capítulos de esta excelente adaptación de la sueca 'Äkta Människor' y el ritmo no decae ni un solo minuto, a pesar de que la narración no avanza demasiado es hipnotizante ver cómo se comportan estos synths e intentar entender por qué hacen lo que hacen; por qué Mia ha dejado su papel de Anita durante un segundo para pedir ayuda, por qué Niska no tiene compasión, por qué Leo parece más humano que el resto. Todas estas incógnitas son las que nos mantienen enganchados a esta novedosa ficción que recuerda a muchas cosas que hemos visto antes pero que no llega a ser como ninguna de ellas sino un nuevo producto ideal para engancharse en esta época del año. ¿Qué os está pareciendo a vosotros esta propuesta? ¿Cuál creéis que es ese pasado que comparten los cinco synths evolucionados y qué le pasó a su padre? Ahora os toca opinar a vosotros sobre esta serie y teorizar sobre las posibles verdades escondidas detrás de estos synths.
Esther Sánchez, @kesare