Si hay algo que nos gusta especialmente de las “Astroesposas” es que nos lleva directos a una época del tiempo de la que no somos realmente conscientes. Si no habéis visto el último capítulo de ‘The Astronaut Wives Club’, os recomiendo que dejéis de leer antes de que sea demasiado tarde.
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El lanzamiento de Gordon (Bret Harrington) es el que toca esta semana, pero no protagoniza el capítulo, dando, como de costumbre, luz a otros asuntos que ya llevan explorándose desde el comienzo de la serie. Tanto Trudy (Odette Annable) como Rene (Yvonne Strahovski), las esposas más revolucionarias de las ‘Mercury Wives’ destacan especialmente en ‘Flashpoint’. La primera se reúne con su amiga la piloto, que había llegado al punto de declarar ante un jurado para demostrar que las mujeres se merecen ir al espacio. La segunda reivindica su lugar como escritora/periodista en un periódico.
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Desgraciadamente, ambas fracasan en sus intenciones, conseguir lo soñado cuando eres una mujer en los 60. Por esto mismo el capítulo consigue sacarnos a los más sensibles unas lagrimitas, arrojando también una mano al movimiento contra la segregación racial.
Ambos personajes van poco a poco convirtiéndose en los favoritos de la audiencia, por su incansable lucha, que quizás el resto de los personajes se toman de manera diferente. Es una pena que las mujeres a las que dan vida JoAnna Garcia y Zoe Boyle sean las más planas de la serie, puesto que todo el protagonismo que recogen resulta insustancial para la trama. Eso sí, le han dado el toque gracioso en este capítulo.
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En el caso de Louise (Dominique McElligott), cuyo protagonismo ha sido incansable durante todo lo que llevamos de serie, no consigue ganarnos con esa trama: mujer despreciada prefiere quedarse con el marido que la desprecia que darle una oportunidad al reportero que la admira. Aunque debemos admitir que el reportero ha sido cuanto menos ‘malrollero’ a lo largo de todo este medio-affair que se han marcado. Y ella nunca apareció realmente interesada, o sea que entregarse al otro sólo por despecho o venganza hubiera podido llegar a ser contraproducente para su personaje, que ya resulta lo suficientemente incomprensible para muchos de nosotros. O quizás si lo hubiera llegado a hacer hubiéramos empatizado más…
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Cada semana nos quedamos más encantados con lo que nos trae esta serie, creando el perfil de estas siete mujeres y sus vidas de una manera tan meticulosa y cercana que resulta emocionante. Para lo que viene nos gustaría ver cómo se meten más en esos temas, en los que duelen, en eso de “pídeles perdón a tus hijas” cuando los hombres no hacen honor a su propio honor, en eso de porqué el marido de Rene, Scott (Wilson Bethel), sale con vida a pesar haber testificado en contra de las mujeres astronautas.
Y sobre todo, conociendo la historia nos quedamos con la pregunta de qué pasará ahora para las mujeres sabiendo que tras la muerte de JFK, su sucesor Johnson es quien más potencia la misión Apollo, que cinco años después pondría a los primeros hombres sobre la luna.
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Además, los astronautas de Gemini son los que siguen, comenzando a dos años de donde nos coloca en cuestión de tiempo la muerte de Kennedy. Gordo fue el último astronauta del Proyecto Mercury en subirse a una nave con Mercury Atlas 9.
¿Vosotros qué esperáis de la serie llegados a este punto? ¿Cómo van a seguir después de la muerte del presidente? ¿Adquirirán ahora más protagonismo el resto de las esposas?
Marina, @thenmarina
El lanzamiento de Gordon (Bret Harrington) es el que toca esta semana, pero no protagoniza el capítulo, dando, como de costumbre, luz a otros asuntos que ya llevan explorándose desde el comienzo de la serie. Tanto Trudy (Odette Annable) como Rene (Yvonne Strahovski), las esposas más revolucionarias de las ‘Mercury Wives’ destacan especialmente en ‘Flashpoint’. La primera se reúne con su amiga la piloto, que había llegado al punto de declarar ante un jurado para demostrar que las mujeres se merecen ir al espacio. La segunda reivindica su lugar como escritora/periodista en un periódico.
Desgraciadamente, ambas fracasan en sus intenciones, conseguir lo soñado cuando eres una mujer en los 60. Por esto mismo el capítulo consigue sacarnos a los más sensibles unas lagrimitas, arrojando también una mano al movimiento contra la segregación racial.
Ambos personajes van poco a poco convirtiéndose en los favoritos de la audiencia, por su incansable lucha, que quizás el resto de los personajes se toman de manera diferente. Es una pena que las mujeres a las que dan vida JoAnna Garcia y Zoe Boyle sean las más planas de la serie, puesto que todo el protagonismo que recogen resulta insustancial para la trama. Eso sí, le han dado el toque gracioso en este capítulo.
En el caso de Louise (Dominique McElligott), cuyo protagonismo ha sido incansable durante todo lo que llevamos de serie, no consigue ganarnos con esa trama: mujer despreciada prefiere quedarse con el marido que la desprecia que darle una oportunidad al reportero que la admira. Aunque debemos admitir que el reportero ha sido cuanto menos ‘malrollero’ a lo largo de todo este medio-affair que se han marcado. Y ella nunca apareció realmente interesada, o sea que entregarse al otro sólo por despecho o venganza hubiera podido llegar a ser contraproducente para su personaje, que ya resulta lo suficientemente incomprensible para muchos de nosotros. O quizás si lo hubiera llegado a hacer hubiéramos empatizado más…
Cada semana nos quedamos más encantados con lo que nos trae esta serie, creando el perfil de estas siete mujeres y sus vidas de una manera tan meticulosa y cercana que resulta emocionante. Para lo que viene nos gustaría ver cómo se meten más en esos temas, en los que duelen, en eso de “pídeles perdón a tus hijas” cuando los hombres no hacen honor a su propio honor, en eso de porqué el marido de Rene, Scott (Wilson Bethel), sale con vida a pesar haber testificado en contra de las mujeres astronautas.Y sobre todo, conociendo la historia nos quedamos con la pregunta de qué pasará ahora para las mujeres sabiendo que tras la muerte de JFK, su sucesor Johnson es quien más potencia la misión Apollo, que cinco años después pondría a los primeros hombres sobre la luna.
Además, los astronautas de Gemini son los que siguen, comenzando a dos años de donde nos coloca en cuestión de tiempo la muerte de Kennedy. Gordo fue el último astronauta del Proyecto Mercury en subirse a una nave con Mercury Atlas 9.
¿Vosotros qué esperáis de la serie llegados a este punto? ¿Cómo van a seguir después de la muerte del presidente? ¿Adquirirán ahora más protagonismo el resto de las esposas?
Marina, @thenmarina