La prisión Cruz del Sur cierra sus puertas hasta la temporada que viene con un balance más que positivo. Ahora que se ha puesto fin a esta primera temporada nos toca comentar lo mejor y también lo peor de lo que hemos visto y, sobre todo, toca teorizar acerca de las innumerables tramas que han quedado abiertas. Si no has visto el último episodio te aconsejo que vuelvas más tarde porque este post contendrá ‘spoilers’.
'Vis A Vis', aquella serie que se iba a llamar inicialmente 'Mosquita Muerta' y de la que todo el mundo se sentía con derecho a opinar incluso antes de ver el primer episodio ha conseguido en once capítulos callar muchas bocas y ganar adeptos semana tras semana por méritos propios. Ya sus inicios se alejaron (para bien) de lo que todos creíamos que íbamos a ver. Un asesinato en la cárcel y nueve millones de euros escondidos cuyo mapa del tesoro se encontraba en Cruz del Sur prometían no decepcionar al espectador. Poco a poco la serie fue evolucionando con una narración espectacularmente llevada, una dirección de fotografía impecable y unas actuaciones de excepción que nos han hecho vivir el tiempo en prisión de Macarena (Maggie Civantos) como si compartiéramos la condena.
Uno de los mayores logros de 'Vis A Vis' ha sido saber mezclar las tramas de dentro y fuera de la cárcel de una forma en la que la una no pudiera avanzar sin la otra y viceversa. Lo que hacía la familia de Maca en la calle repercutía directamente a la chica que sufría las amenazas y la ira de Zulema (Najwa Nimri). La tensión entre los Ferreiro y el Egipcio (Adryen Mehdi) y Zulema ha crecido gradualmente hasta que todo explotó en los últimos episodios de la temporada. La inverosímil transformación del padre, el hermano y la madre de Macarena en algo parecido al Equipo A ha desencadenado en el asesinato del Egipcio por parte de Leopoldo (Carlos Hipólito) y es que la muerte de una niña es algo que no se puede arreglar ni con dinero ni con perdones ni con una condena en la cárcel así que frente a toda lógica se impone la ira. Pese a que estamos acostumbrados a que en las series y películas ganen los buenos, en esta ocasión que una familia normal derrotara a un criminal buscado por la Interpol con apoyos de todos los malos malísimos suena demasiado improbable pero lo perdonamos porque nos han hecho pasar unos buenos ratos jugando al ratón y al gato. 
Que Zulema es un elemento de mucho cuidado es algo que se hizo evidente en los primeros capítulos de la temporada pero la evolución de Macarena ha sido absolutamente impecable y un reflejo perfecto de lo que Sole le comenta que pasa cuando una persona que no es necesariamente mala entra en un sitio como Cruz del Sur. El final de este constante tira y afloja entre ambos personajes ha sido de infarto; el intento de asesinato de Maca a Zulema ha respondido a los instintos más básicos de una Macarena que jamás se hubiera imaginado en una situación parecida pero los guionistas han conseguido darle una vuelta de tuerca a la situación con el perdón de la chica que, por supuesto, respondía a segundas intenciones. Estas segundas intenciones no eran otras que obtener por fin el dinero que robó Yolanda (Belén Cuesta) y fugarse de la cárcel con un plan que hace palidecer hasta al Michael Scofield de 'Prison Break'. Este 'plot-twist' en una historia que todos creíamos tener absolutamente controlada ha sido una de las sorpresas más grandes que ha dado esta serie.
