La vida se complica en Litchfield mientras algunos de sus protagonistas -reclusas y no reclusas- se enfrentan a decisiones que les pueden cambiar la vida para siempre.
Si todavía no has visto el segundo capítulo de la tercera temporada de 'OITNB' no continúes leyendo porque esta entrada contiene 'spoilers'.
Tras un capítulo completamente coral y lleno de comedia para que volvamos a conectar un poco con la vida en Litchfield tal y como la dejamos hace un año, 'Orange Is The New Black' vuelve a meternos de lleno en el drama personal y en sus característicos capítulos-'flashbacks' dedicados a un personaje en concreto.
En este caso le ha tocado el turno a Bennett (Matt McGorry), el cual protagoniza -con total seguridad- uno de los momentos más memorables de toda la temporada aún a riesgo de no haberla visto entera, y es que parece que en el Ejército no siempre lo pasaban mal y les gustaba grabarse bailando semidesnudos 'Hollaback Girl'. Me encantaría ver la cara de Gwen Stefani viendo esta escena si que es fan o en algún momento llega a ver 'Orange Is The New Black'.
Sin embargo, el presente de Bennett no es tan divertido como su pequeño respiro con sus compañeros de batalla. Ya desde la temporada anterior ha tenido que lidiar con la eterna duda de qué pasará con su hijo una vez nazca, puesto que Daya (Dascha Polanco) no lo puede criar estando encerrada en la cárcel y él tampoco puede hacerse cargo porque si llega a ser descubierto acabaría en el mismo lugar en el que está su recién prometida. Por suerte o por desgracia para ambos, Aleida (Elizabeth Rodríguez) es la abuela y parece estar más preocupada por el destino de su nuevo nieto que el de sus otros 432432 hijos que tiene a cargo de un delincuente, pero está claro que el dinero le sigue moviendo a cada paso que da y la promesa de una generosa cuota mensual por parte de Lady Porntache (Mary Steenburgen) le es suficiente para intentar convencer a su hija y futuro marido de que esa es su mejor opción. Porque la es, eso lo vemos todos, al menos hasta que Daya consiga salir de la cárcel y puedan empezar una vida juntos como familia. Lo cual parece una meta muy, muy lejana y complicada, así que las dudas son completamente comprensibles en ambos casos.
Por otro lado, Piper (Taylor Schilling) vuelve a cobrar un poco de protagonismo en una serie que ya hace tiempo que está empezando a avanzar y abarcar a otros personajes e historias más allá de la suya, lo cual no quiere decir que haya dejado de ser interesante, ni mucho menos.
En este capítulo hemos visto a Piper lidiar con las consecuencias de algunas de las meteduras de pata más graves que ha hecho durante la segunda temporada, no obstante el resultado es bastante bueno teniendo en cuenta que en otras ocasiones lo llegó a pasar verdaderamente mal, ya que si llega a cometer el error que cometió con Red (Kate Mulgraw) pero en la primera temporada dudo mucho que ésta lo haya dejado correr, y me atrevo a pensar que la hamburguesa de tampón iba a ser lo más agradable que le esperase al lado de lo que Red podría llegar a hacerle. Pero Red ya no es así, perder la cocina en favor de Gloria (Selenis Leyva) y su enfrentamiento con Vee (Lorraine Toussaint) la ha obligado a cambiar, por eso sería ilógico que se vengase por una cosa que Piper hizo creyendo que era lo mejor para ella, Red ya no es la misma Red de siempre, pero eso no significa que necesariamente sea algo malo, porque Red sigue siendo una de las mejores cosas con las que cuenta 'OITNB'.
Pero Red no es la única que tiene que perdonar a Piper por sus decisiones, Alex (Laura Prepon) sigue atormentada por su regreso a la cárcel y la confesión de Piper no ayuda a la causa... o sí, porque ambas acaban expresando su amor en una biblioteca infestada de chinches.
Ahora bien, ¿qué significa esto? Ya sabemos que el amor que hay entre Piper y Alex es muy profundo, pero eso no quiere decir que esta relación no sea una relación tóxica, porque lo es, y mucho. Tanto Alex como Piper han sufrido a manos de la otra, de hecho por eso mismo están en la cárcel, por eso me pregunto qué es lo que les tienen preparado los responsables de la serie al hacerlas recaer de nuevo, aunque sabemos que era inevitable y cuestión de tiempo al volver a estar juntas en el mismo sitio, ¿conseguirán resolver sus diferencias? ¿seguirán adelante con su relación? Desde luego yo espero que sí, ya no sólo por sus personajes, si no por seguir viendo la increíble química que tienen Taylor y Laura en pantalla, algo que se echaba mucho de menos en la temporada anterior.
En otro orden de cosas, también descubrimos la meta final a la que pretende llegar 'OITNB' en esta temporada o en la siguiente, depende de lo rápido que vayan: Litchfield dejará de existir y todas las reclusas serán deportadas a otras prisiones, algo que rompe los esquemas de la serie por completo, ¿cómo van a seguir contándonos las historias de todos estos personajes si las dividen en diferentes prisiones?
Es por eso que sólo veo dos salidas:
1. Que este sea el final de la serie, por lo que vamos a tener 'Orange Is The New Black' por tiempo muy limitado y probablemente no llegue a pasar de la ya confirmada cuarta temporada.
2. Que no llegue a suceder realmente, Caputo (Nick Sandow) y los demás encargados de la cárcel logren salvarla y nosotros podamos seguir disfrutando de todos estos maravillosos personajes.
Ambas son dos opciones muy factibles aunque tampoco descarto una tercera: que esto llegue a pasar al final de la tercera temporada y la cuarta se centre en una nueva cárcel con la mitad del reparto renovado, pero no queremos eso, ¿verdad? Y menos ahora que parece que todas están cobrando importancia a partes iguales, al menos yo quiero seguir viendo y sabiendo cosas de Morello (Yael Stone), Sophia (Laverne Cox), Nicky (Natasha Lyonne), Big Boo (Lea DeLaria), Crazy Eyes (Uzo ADuba), Taystee (Danielle Brooks) o Flaca (Jackie Cruz).
¿Qué creéis vosotros que pasará con Litchfield?
Nosotros seguiremos comentando capítulo a capítulo la nueva temporada subiendo un post por día, ¡así que nos leemos mañana para comentar el capítulo 3!
Rubén, @houjack
