‘Devious Maids’ ha despedido esta semana a una tercera temporada muy completa en todos los sentidos. A partir de aquí habrá ‘spoilers’ y, creeme, quieres ver lo que ha pasado con tus propios ojos, así que deja de leer ahora mismo si no quieres ser soprendido por más información de la cuenta.
Cada vez que Sebastien (Gilles Marini) aparecía en pantalla me preguntaba qué había hecho ese personaje para merecer tanto tiempo en escena si su presencia no aportaba más que quebraderos de cabeza para la pobre Carmen (Roselyn Sánchez). Y. sin embargo, ahí estaba la repuesta, delante de nuestras narices todo el tiempo. Su particular percepción de la ética y su tendencia al adulterio eran pistas más que claras de que este hombre podría estar en pantalla por más razones de las que aparentaba, y aun así creo que nadie vio venir que iba a resultar siendo el culpable de los dos asesinatos que vertebraban el resto de tramas. ¿Quién no se ha dado un susto cuando ha visto que era Sebastien con quien Taylor (Brianna Brown) había tenido una (breve e insigfnicicante) aventura?
Son estos giros tan inesperados los que nos dan la vida viendo series, y que ‘Devious Maids’ siga teniendo el poder de sorprendernos cuando creemos que ya lo hemos visto todo, es de agradecer.
La que parece salir siempre mal parada en estos casos es Carmen, porque todos sus novios o terminan huyendo, muertos o acaban resultando asesinos en potencia. Cuanto más cerca del matrimonio están, peor es el desenlace. Así que acordaos para la próxima vez: el primer sospechoso siempre será el interés amoroso de la cantante.
Pero Carmen no ha sido la única víctima colateral de todo el asunto, porque aunque otras familias viven desgracias y las superan de una forma u otra, los Powell siguen siendo el matrimonio más propicio a vivirlas y quedarse estancados en ellas porque otra desgracia más grande les asalta. No ha bastado con que perdiesen a Deon de la noche a la mañana, ni con pasar en un mismo capítulo por un divorcio fallido y una posible reconciliación, sino que ahora cabe la posibilidad de que Adrian (Tom Irwin) haya muerto en la explosión de su mansión, ¿creéis que se habrá salvado?
Quien parece estar definitivamente muerto es Michael (Brett Cullen), que se ha visto metido en una situación terrible sin haberlo pedido ni previsto. De todas formas, ha sido una muerte tan repentina y limpia y le han dado tan poca importancia que casi ni nos ha impactado. Las reacciones de todos los que estaban presentes ha sido tan pasiva cuando le han visto caer que me ha dado hasta penica. El pobre hombre solo iba a prestarle dinero a su amigo y ha terminado muerto, engañado por su mujer y con nadie que pueda preocuparse con él. La loca de su ex mujer le habría venido bien en esos instantes. Hasta su actual mujer y Katie se han dado a la fuga sin preguntarse qué será de Michael al dejarle solo y, en base a lo que Taylor cree saber, en manos de la policía.
Por otra parte tenemos a Spence (Grant Show), otro gran olvidado al que todo el mundo ignoraba hasta que ha sido mejor opción acordarse de que existía. La paliza que recibió y su consecuente pérdida parcial de memoria ha sido muy conveniente para que la peor de las exes que ha pasado por ‘Devious Maids’ vuelva a hacer acto de presencia para aprovecharse de la situación.
Y mientras todo esto pasaba, ahí estaban Zoila (Judy Reyes) y Genevieve (Susan Lucci) para alegrarnos la existencia con sus surrealistas aventuras. Al menos así ha sido hasta que el parto de Zoila se ha complicado hasta el punto de que tanto su vida como la del bebé podrían estar en peligro. ¿Veis un final feliz para esta historia? Además también han mencionado a Javier (Ivan Hernandez) en más de una ocasión, ¿volverermos a verle? Crucemos los dedos para que así sea. Y que sea por una buena razón.
Ha sido maravilloso ver cómo todo se cierra y cada simple detalle que parecía no ser relevante cobra importancia de una forma u otra, como el repentino interés de Adrian por el sado y su arsenal de esposas eróticas que resultan siendo muy útiles para Sebastien y su causa o el hecho de que Carmen le prestase ese vestio rojo a Blanca (Naya Rivera), convirtiéndose en el elemento clave para que decubriese con quién estaba a punto de casarse.
Tenemos muchos frentes abiertos, pero lo que está claro es que la cuarta temporada (todavía no confirmada) pinta igual o más interesante que las que la han precedido. ¿No os morís ya por ver cómo continúa cada historia?
¡Contadme qué os ha parecido esta temporada! ¿Ha cumplido con vuestras expectativas?
Isabel, @isabienzobas