La denominada séptima temporada de 'Águila Roja' (aunque en realidad es una mezcla entre la sexta y la verdadera séptima), ha sido corta pero intensa, muy intensa, sobre todo para algunos de sus protagonistas principales, quiénes han sufrido, de la noche a la mañana, un cambio radical en sus vidas personales y profesionales.
Si todavía no has visto el cierre de la 7ª temporada no continúes leyendo porque esta entrada contiene 'spoilers'.
Ni siquiera los maltratos a los que TVE somete a una de las series españolas más exitosas de los últimos años hacen que ésta pierda su calidad y su fiel grupo de seguidores, entre los que me incluyo.
'Águila Roja' ha evolucionado mucho desde sus inicios y no me había dado cuenta hasta que, en el capítulo final que se emitió esta semana, reapareció Bárbara Lennie. En esta ocasión no interpretaba a Cristina, si no a Micaela (admitidlo, vosotros casi os caéis de la silla también), pero fue suficiente para remover todo el pasado de Gonzalo (David Janer) trayendo miles de recuerdos al presente, junto con 'flashbacks' del propio capítulo piloto.
Muchas cosas han cambiado desde la muerte de Cristina en los brazos de Gonzalo y estos 8 capítulos han supuesto un cambio muy grande en las vidas de dos de los protagonistas de esta historia: Hernán (Francis Lorenzo) pierde parte de una mano además de su trabajo como Comisario de la Villa y Catalina (Pepa Aniorte) se queda embarazada de manera extramatrimonial, algo que, de ser descubierto, puede suponer una pena de muerte en la horca en la época en la que viven.
Estos dos hechos suponen un gran avance para 'Águila Roja', ya que nos tenían acostumbrados a arcos argumentales episódicos o de muy poca duración, que nunca provocaban un giro en el destino de sus personajes. Sin ir más lejos, y teniendo sólo en cuenta lo que ha sucedido esta temporada, la trama de los rusos se resolvió de una forma rápida y sin ningún tipo de dolor con la muerte de la princesa; la apasionada relación entre Gonzalo y Lucrecia (Miryam Gallego) ha pasado a un segundo plano casi inexistente más rápido de lo que empezó; la propia Lucrecia consiguió salvarse de la pena de muerte en varias ocasiones y escapar hasta de la mismísima Santa Inquisición sin ningún tipo de secuela; el Sucesor de Cristo alimentó varios capítulos pero su resolución también fue la misma que todas las anteriores, es decir, sin repercusión alguna; el doble de Águila Roja fue derrotado en tiempo récord y ni siquiera supimos quién era; y hasta Margarita (Inma Cuesta) abandonó los hábitos justo antes de tomarlos, algo que ya sabíamos que iba a pasar desde el primer momento en el que puso el pie en el convento.
Nos cuesta admitirlo, pero 'Águila Roja' pierde credibilidad con movimientos como estos porque sabes que ninguno de los protagonistas le va a pasar nada ni va a morir, aunque lo pongan en peligro de muerte 3/4 veces por capítulo, que es lo que suele pasar. De hecho, todos sabemos que Hernán se va a salvar de alguna manera de la condena a la que le ha sentenciado el juez nada más empiece la próxima temporada, sencillamente porque es lo que pasa siempre.
No obstante, eso no quita que 'Águila Roja' haya perdido calidad, más bien todo lo contrario, a cada temporada que pasa consigue superarse a sí misma, sobre todo a nivel artístico y de producción. ¿A nadie más le pareció que el último capítulo de la temporada parecía una mini película? Grandioso.
Y eso sin olvidarnos de los excelentes actores con los que cuenta desde sus inicios y con los que sigue contando para nuestra suerte: David Janner, Miryam Gallego, Inma Cuesta, Francis Lorenzo, Javier Gutiérrez, Elisa Mouliaá, Patrick Criado y Pepa Aniorte son joyas y sólo tengo palabras de admiración para todos ellos.
Es por todo esto que espero que en la octava temporada se empiece a avanzar un poco más en las tramas que conocemos desde el propio principio de la serie, destacando por encima de todas la de los orígenes de Gonzalo y su familia. Ya es hora de que éste y Hernán se sinceren como hermanos por mucho que se odien -aunque ya hemos visto que en el fondo, muy, muy, muy en el fondo hay algo más que odio entre ellos- y que descubran que Irene (Mouliaá) es su hermana pequeña, así como que el Rey (Xabier Elorriaga) los reconozca como sus hijos, algo que puede cambiar la dinámica de 'Águila Roja' para siempre y que le puede dar una vuelta realmente interesante a toda la historia, algo que espero que pase antes del final definitivo de la serie... porque tiene que acabar pasando, ¿verdad?
En resumen, ha sido una temporada llena de aventuras y emociones que más de una vez nos han dejado con el corazón en un puño y pegados al sofá expectantes, algo que muy pocas series consiguen después de tantos años de trayectoria y que 'Águila Roja' sigue haciendo a la perfección.
¿Escucharán los guionistas nuestras peticiones? ¿Avanzarán Gonzalo y Margarita en su complicada y estancada relación de una vez por todas? (¡Todos lo necesitamos a estas alturas!) ¿Qué os gustaría que acabase pasando en los próximos capítulos de la serie?
Desde luego el avance nos deja con muchísimas ganas de más. ¿Nos leemos en septiembre? ;)
Rubén, @houjack