Esta semana “The Whispers” nos enseña cómo no cuidar de un niño y una reunión familiar algo accidentada. ¿A quién no le gusta un poco de acción en una planta nuclear? A partir de aquí habrá ‘spoilers’.
Aparte de tener más tensión y drama de lo que habíamos visto hasta ahora en la temporada, el capítulo de esta semana se ha quedado bastante flojo en cuanto a revelaciones. Pero lo que sí hemos descubierto es que los personajes de esta serie son los peores ‘babysitters’ de la historia. Minx (Kylie Rogers) (¿hemos hablado de su nombre ya? Porque quizás deberíamos) aparece en la casa como si nada, se da un paseo hasta que Henry (Kyle Harrison Breitkopf) la encuentra y mientras tanto la abuela no se entera de nada hasta que les ve en la habitación del niño. Y aunque sospecha, ¿no se pregunta qué narices hace una desconocida en casa? ¿Cómo ha entrado? ¿Ha llamado a la puerta y su nieto sordo le ha abierto? ¿Cómo se comunica con Henry? ¿Por qué la abuela no hace más preguntas? Eso sí, si la niña se corta el dedo en un rosal corramos a llamar a Mamá.
Toda esta situación es tan surrealista que cuando a Lena (Kristen Connolly) le llama su marido y su primera reacción es “Eh, perdona, mi hija ha estado todo el día en casa aunque ni la he viso ja ja”, casi quieres que los Whispers le den un aire a estas dos para que empiecen a pensar con claridad. ¿Están en busca de alguien que potencialmente ha hecho daño a tu hija/nieto y pasas de ellos de esta forma? Y todo el drama para que Minx le diese al niño unas direcciones que seguir para llegar a la planta nuclear donde estaría su padre. ¿Por qué no se la dieron directamente al niño? ¿Y por qué tenían que ir ahí, precisamente? ¿Qué ha aportado ese casi-accidente excepto drama inoportuno?
Esa es otra, la acción policial en este capítulo, la cual ha ocupado una gran parte de él, estaba enfocada a que Sean (Milo Ventimiglia) ha hecho que este capítulo fuera algo aburrido en muchas ocasiones. No puedes hacer que la audiencia sepa la verdad sobre el ex-barbudo amnésico y mostrarnos a su mujer convencida de que quiere hacerle daño a su hijo. Pero el desenlace es muy satisfactorio y muy interesante. La impotencia de Claire (Lily Rabe) mirando por la ventana cómo su hijo seguramente iba a morir ahogado fue muy dolorosa de ver, aunque también hizo que surgieran dudas. ¿De verdad estarían capaz de matar a un niño en la planta con tal de solucionar el problema? ¿No es demasiado duro?
Puede que todo el drama de la planta nuclear en sí estuviera muy mal explicado - mucha charla sobre máquinas y nivel de productos químicos en el agua, pero hasta que empezó a salir humo de la chimenea nuclear (… o como se llame…) no estaba segura de qué ocurriría exactamente. Y es ahí donde de verdad nos damos cuenta del poder de los/el Whispers - cuando todos pensaban que la familia iría a morir en la planta (aunque sólo Wes (Barry Sloane) mostrara algo de emoción), de repente el humo desaparece de una forma muy teatral. ¿Para qué crear todo este embrollo si iban a salvarles de cualquier forma? ¿O es que sólo les iba a salvar si se encontraban?
El encuentro de la familia puede que sea lo más gracioso del capítulo - Sean, sin enterarse de nada, mira cómo un niño desconocido le habla y Claire le abraza como si nada hubiese pasado, ¡ah! Y ahora ya sabe Claire que su hijo ha sido curado. A partir de aquí la investigación va a tener que empezar a acelerar - nadie puede curar la sordera y parar la explosión de una planta nuclear así porque sí. ¿Estamos más cerca de Drill?
¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Cuál creéis que es el objetivo de los juegos de Drill? No están haciendo daño a nadie de forma permanente si se hace lo que quiere, pero, ¿con qué fin? ¿Seríais mejores babysitters que las dos maravillosas mujeres responsables de los niños esta semana? ¿Y ese momento casi-romántico entre Wes y Claire? Pobre Lena. ¡Comentemos! #WhoIsDrill
Cristina, @cristina_barba