Primer y segundo episodio de 'The Astronaut Wives Club', la apuesta de la cadena norteamericana ABC para su programación veraniega con varias caras reconocibles en ese homogéneo en apariencia grupo de esposas de los siete astronautas escogidos para liderar el programa espacial norteamericano de la NASA. Uno que convirtió sus vidas en el primer reality show realizado inconscientemente por los medios estadounidenses. Hablamos del capítulo, con 'spoilers', a continuación.
Todos sabemos que el primer hombre en llegar al espacio fue el soviético Yuri Gagarin. Unos cuantos también conocemos que el primer estadounidense en ponerse en órbita fue Alan Shepard (Desmond Harrington). Pero el conocimiento popular suele llegar hasta ahí, ya que la Historia con mayúsculas solo pone nombre y cara a los primeros, nunca al que llega segundo. Menos aún al que lo hace con dificultades que los medios han de ocultar en una guerra propagandística fruto de la Guerra Fría en su máxima expresión.
Pero este hombre si ha existido y su nombre es Gus Grissom (Joel Johnstone), uno que por cierto fuera interpretado por un todavía desconocido Bryan Cranston en la cinta 'That Thing You Do!' escrita, dirigida y protagonizada por Tom Hanks en los noventa, y aquí vivimos su historia a través de la de su mujer. Porque Betty Grissom (JoAnna García Swisher) puede que no tuviese que salir por sus propios medios de la cápsula orbital por miedo a ahogarse, pero para los medios fue la cara visible de todo el asunto y la que tuvo que aguantar la presión.
Porque aunque de puertas para afuera todas las parejas representaran la perfecta familia norteamericana, ya hemos presenciado en el primer episodio con Louise Shepard (Dominique McElligott). El héroe norteamericano, que sirvió como inspiración para el también Comandante Shepard de 'Mass Effect', es un mujeriego empedernido. De la misma forma, el matrimonio entre Gordo Cooper (Bret Harrison) y Trudy Cooper (Odette Annable) es una mera farsa para mantener las apariencias y alimentar las aspiraciones de la esposa.
Unas que le llevarían a estar en el lugar de su marido, ya que ella misma también es piloto y siente que todo el mundo ha tenido su oportunidad excepto ella por el mero hecho de ser mujer. Si interpretar un papel de cara a las cámaras y a la prensa le ayuda a acercarse aunque solo sea un mínimo a esa posición, así tendrá que ser. Aunque no es que lo tenga especialmente fácil, ya que ni su distanciado marido es capaz de comprender esta situación. La suya no es una relación idílica como la de Rene Carpenter (Yvonne Strahovski) con su marido.
También es verdad que cuanto más avanzan tanto el primer como el segundo episodio más veces descubrimos que pocos de esos siete matrimonios podría considerarse perfecto. E incluso los que funcionan más aparentemente como el de Deke Slayton (Kenneth Mitchell) con Marge Slayton (Erin Cummings) esconden lo que para la época es un secreto imperdonable, que es un segundo matrimonio tras haber dejado ella a su anterior esposo y haber pasado una etapa de soltera en Japón.
Prácticamente el segundo capítulo nos da a entender que el único que respeta y quiere a su mujer sin condiciones es John Glenn (Sam Reid), que decide no sucumbir a las pretensiones de su superior en la NASA para no poner en evidencia a su querida mujer Annie (Azure Parsons). Es en este momento en el que descubrimos que tanto los astronautas por un lado como las esposas por otro son capaces de hacer un frente común y ayudarse a pesar de ser rivales.
Veremos a dónde nos lleva la serie, que con esos saltos temporales ha estado poco hábil a la hora de ofrecernos una coherencia con respecto a los hechos históricos que han motivado todas las decisiones reflejadas en la serie. También le pediríamos que otorgase un poco más de balance entre el amplio reparto de la serie, ya que no tiene muy claro si quiere centrarse en un solo personaje, en una fracción de este o en la totalidad.
Y vosotros, ¿qué futuro le veis a la serie?
David Valverde, @CapitanValverde.