Estamos a tres episodios del final de la temporada, que en un principio se había planteado como una serie limitada aunque ahora parece haber planes para que tenga cierto tipo de continuidad por parte de FOX, y hemos cambiado el foco de la acción. El objetivo ya no es descubrir la verdad sobre 'Wayward Pines' ya que, en apariencia, hemos descubierto lo que hay detrás de este pueblo utópico, ahora es atrapar a los que quieren destruirlo. De esto hablamos a continuación, con ciertos 'spoilers'.
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El plan del mesías redentor de la humanidad, el Dr. Pilcher (Toby Jones), ya ha fracasado una vez y parece destinado a repetir su destino una segunda. Que Ethan Burke (Matt Dillon), un hombre que hasta hace poco estaba decidido a ser el azote de todos los secretos de la comunidad postapocalíptica, sea su última esperanza dice mucho del miedo que tiene el organizador de esta a los insurgentes. Son una amenaza real, una que puede acabar con el último reducto de humanidad.
Todo esto deberíamos entrecomillarlo, porque todavía no tenemos la seguridad que la verdad que se nos ha contado no sea en realidad "la verdad". Kate Hewson (Carla Gugino) no se lo traga y Theresa Burke (Shannyn Sossamon) no es que lo tenga demasiado claro, así que el recién proclamado sheriff lo tendrá difícil para cumplir su nueva misión sin dificultad. Tiene como aliada a la enfermera Pam (Melissa Leo), pero como hemos dicho puede que todavía no sea el momento de confiar.
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Con las respuestas de los últimos episodios de 'Wayward Pines' están empezando a aparecer individuos muy críticos con la serie. Unos individuos a los que parece no haber convencido las respuestas dadas y enarbolan el nombre de M. Night Shyamalan como hombre al que realizar uno de los 'reckoning' de la serie. Entendemos que no se puede convencer a todo el mundo, pero en todo caso este aspecto viene recogido directamente de la novela de Blake Crouch que adapta.
Ya es motivo de celebración que una serie en siete episodios haya sido capaz de plantear un misterio, resolverlo y pivotar sobre este - algo que a muchas otras series 'high concept' como esta toma varias temporadas - como para encima intentar buscarle las costuras al argumento. Pocas series en la actualidad consiguen semana a semana mantener la intriga sin caer en recursos fáciles como los 'cliffhanger' sacados de la manga. Todo lo que muestra la serie lo ha ido anticipando previamente.
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El plan del mesías redentor de la humanidad, el Dr. Pilcher (Toby Jones), ya ha fracasado una vez y parece destinado a repetir su destino una segunda. Que Ethan Burke (Matt Dillon), un hombre que hasta hace poco estaba decidido a ser el azote de todos los secretos de la comunidad postapocalíptica, sea su última esperanza dice mucho del miedo que tiene el organizador de esta a los insurgentes. Son una amenaza real, una que puede acabar con el último reducto de humanidad.
Todo esto deberíamos entrecomillarlo, porque todavía no tenemos la seguridad que la verdad que se nos ha contado no sea en realidad "la verdad". Kate Hewson (Carla Gugino) no se lo traga y Theresa Burke (Shannyn Sossamon) no es que lo tenga demasiado claro, así que el recién proclamado sheriff lo tendrá difícil para cumplir su nueva misión sin dificultad. Tiene como aliada a la enfermera Pam (Melissa Leo), pero como hemos dicho puede que todavía no sea el momento de confiar.
Con las respuestas de los últimos episodios de 'Wayward Pines' están empezando a aparecer individuos muy críticos con la serie. Unos individuos a los que parece no haber convencido las respuestas dadas y enarbolan el nombre de M. Night Shyamalan como hombre al que realizar uno de los 'reckoning' de la serie. Entendemos que no se puede convencer a todo el mundo, pero en todo caso este aspecto viene recogido directamente de la novela de Blake Crouch que adapta.
Ya es motivo de celebración que una serie en siete episodios haya sido capaz de plantear un misterio, resolverlo y pivotar sobre este - algo que a muchas otras series 'high concept' como esta toma varias temporadas - como para encima intentar buscarle las costuras al argumento. Pocas series en la actualidad consiguen semana a semana mantener la intriga sin caer en recursos fáciles como los 'cliffhanger' sacados de la manga. Todo lo que muestra la serie lo ha ido anticipando previamente.
Aún no sabemos cómo concluirá 'Wayward Pines', de hecho a día de hoy incluso nuestras teorías otrora elaboradas no son más que vagas conjeturas, pero si que tenemos claro que en el compacto espacio de diez episodios se habrá ofrecido una tensión al espectador que no conocíamos desde los tiempos de 'Lost'. Ahora con el hijo del protagonista herido mortalmente, probablemente el romance de instituto peor parado de la historia, se nos abre una puerta aún más personal para el sheriff Burke.
Que tendrá que desarrollarse en paralelo con la temática de la insurgencia creciente que ha planteado esta segunda mitad de temporada. Quizá no estemos ya en esa sensación opresiva y de vigilancia constante que había funcionado de forma tan efectiva en los compases iniciales de la temporada, pero esta evolución al concepto del enemigo interior contrasta sin problemas con su predecesora. No le pedimos más a la serie de FOX.
Bueno, si puede ser que nos de cuantas más escenas pueda de Megan Fisher (Hope Davis). Esta mezcla entre profesora, líder de una logia estudiantil y celestina de adolescentes es uno de los personajes más hipnóticos de la serie. Aunque ahora que el pueblo parece repetir su destino previo, confirmando así los peores miedos del Dr. Pilcher, parece que tienen otro plan para la comunidad en su conjunto.
¿Seguiréis con nosotros hasta la conclusión de la temporada?
David Valverde, @CapitanValverde.